Sunday, December 1, 2024

La brecha del dolor

Harvard Medical School

Los científicos siguen investigando por qué las mujeres sufren más dolor crónico que los hombres. Mientras tanto, aquí tienes cómo encontrar la ayuda que necesitas.

Cuando te duele algo, quieres saber por qué, sobre todo cuando el dolor reaparece día tras día. Así que la frustración es real cuando el diagnóstico es evasivo, lo que se suma a una brecha de género críptica pero persistente en el dolor crónico.

La prevalencia asimétrica del dolor crónico entre sexos es un hecho reconocido desde hace tiempo. Las mujeres lo padecen en un 6% más que los hombres.

Esto es cierto para el dolor de espalda, cadera y rodilla, las migrañas, la artritis, el lupus y la fibromialgia, entre otros problemas.

Y algunos dolores crónicos afectan sólo a las mujeres, como la endometriosis, la cistitis intersticial de la vejiga, la vulvodinia (que afecta a la vulva) y el síndrome de la cintura pélvica, que implica dolor alrededor de las articulaciones pélvicas y la zona lumbar.

Lo que aún no está claro es por qué. “Sabemos que existe esta disparidad, pero la cuestión es qué la provoca”, dice el Dr. Christopher Gilligan, jefe de la División de Medicina del Dolor del Hospital Brigham and Women’s, afiliado a Harvard.

El papel del estrógeno

Los datos sugieren que las hormonas son uno de los factores que contribuyen al dolor. Un nuevo estudio encontró que las mujeres que tuvieron su primer período (un momento conocido como menarquia) a una edad más temprana son más propensas a tener dolor crónico en la edad adulta.

El análisis, publicado en septiembre de 2022 en la revista Pain, evaluó los datos de más de 12.000 mujeres (con una edad media de 55 años). En toda la gama de edades comunicadas en el momento de la menarquia -de 9 a 18 años-, el riesgo de dolor crónico disminuyó un 2% por cada año de retraso en la menstruación.

Según los autores del estudio, los hallazgos se suman a pruebas anteriores que sugieren que la exposición a mayores niveles de estrógeno en la menstruación temprana puede contribuir al dolor y a las diferencias generales entre sexos en el dolor.

Aun así, los genes y otros factores biológicos también pueden ser responsables.

Vías para aliviar el dolor

A la carga que supone el dolor crónico se añade la dificultad que tienen muchas mujeres para obtener un diagnóstico firme.

Esto puede retrasar un tratamiento eficaz. El Dr. Gilligan ofrece estas estrategias para obtener la ayuda que pueda necesitar:

Sea persistente. Si su médico de atención primaria no puede determinar la causa de su dolor, pídale que le recomiende o derive a otro profesional médico.

“Además, si sientes que no te escuchan, busca una segunda o tercera opinión hasta que encuentres un proveedor que sí lo haga”, añade.

Sé flexible. Antes de recurrir a la medicación, muéstrate abierto a probar distintos enfoques terapéuticos, como la fisioterapia o la terapia ocupacional.

Considera la TCC. La terapia cognitivo-conductual puede ayudar a modificar la percepción del dolor y enseñar a afrontarlo.

Busque apoyo. Los grupos de apoyo en línea y presenciales pueden ponerte en contacto con otras personas que comparten sus estrategias para aliviar el dolor.

Además, algunos hospitales ofrecen los llamados programas de restauración funcional -programas de rehabilitación para enfermos crónicos- que incluyen apoyo en grupo.

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Dr. Benjamin Díaz Curiel

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