A pesar de los esfuerzos para prevenir el Cáncer de mama en etapas tempranas, anualmente se siguen detectando más de 60 mil nuevos casos, 40 % de estos, ya se encuentran en una etapa avanzada.
Según la Organización Mundial de la Salud se estima que aproximadamente 25 % de la mortalidad total del Cáncer de Mama se atribuye al sobrepeso y la obesidad en América Latina y el Caribe.
La obesidad es un factor importante para presentar cáncer de mama, cambios importantes en el organismo como la generación de hormonas que pueden provocar un crecimiento inusual de células, esto debido a que las grasas son un vehículo que permite que células cancerígenas se establezcan en el organismo, la generación hormonal en una mujer obesa es significativamente mayor a la de una mujer que mantiene un peso adecuado, esto conlleva a un nivel elevado de mujeres que padecen esta enfermedad.
Las mujeres obesas tienen mayor riesgo de que se les realice un diagnóstico tardío de cáncer de mama avanzado, señala un estudio de la Clínica Mayo de Arizona.
Los investigadores descubrieron que las mujeres obesas (aquellas con índice de masa corporal de 30 o superior) eran más proclives a padecer cáncer de mama detectado en etapa tardía con metástasis a ganglios linfáticos, en comparación con las que no tienen obesidad.
Por razones obvias del volumen corporal de mujeres con obesidad, la detección de tumores o cuerpos extraños en las glándulas mamarias se vuelve complicada, la práctica de autoexploración también se vuelve un asunto preocupante al no ser una práctica frecuente.
Asimismo podemos hablar que, además de la clasificación tradicional actualmente se identifican diferentes tipos de Cáncer de Mama, según su clasificación molecular, siendo los principales el luminal A, luminal B, fenotipo basal y Her 2 positivo.
Este último es conocido también como Cáncer de Mama de mal pronóstico pues resulta muy agresivo debido a que el tumor tiende a crecer, recaer y diseminarse más rápidamente en el cuerpo.
En México una de cada cuatro mujeres es diagnosticada con cáncer HER2 positivo, es decir, se estima que 25 % de las pacientes con Cáncer de Mama presenta este tipo tumoral.
El cáncer de mama tiene características diferentes en cada paciente, dependiendo de las condiciones asociadas, como son la presencia de marcadores biológicos y la etapa de la enfermedad.
Es por ello que no todas las pacientes son candidatas al mismo tratamiento; afortunadamente, existen múltiples opciones terapéuticas enfocadas a controlar este tipo de neoplasia.
El tratamiento de los tumores cancerígenos abarca: desde la cirugía, pasando por radioterapia, inmunoterapia o terapia biológica y quimioterapia, ya sea al uso de terapias combinadas.
Roche, es líder mundial en oncología tanto en tratamientos como en productos de apoyo y diagnóstico para el cáncer de mama y su portafolio se encuentra disponible en el cuadro básico de las instituciones de salud y lo cubre también el seguro popular.
Entre las opciones terapéuticas enfocadas a controlar la enfermedad, se encuentran la terapia biológica específica para el tratamiento del cáncer de Mama HER2 positivo, independientemente de la etapa de la enfermedad.
Otra alternativa es la quimioterapia oral indicada en las pacientes con cáncer de Mama localmente avanzado y metastático que se considera muy eficaz, tiene la misma capacidad de inhibición del crecimiento de las células dañinas que la quimioterapia intravenosa convencional, con una clara disminución de efectos secundarios.
Una tercera opción es una terapia que ataca la angiogénesis, que actúa bloqueando el flujo de sangre, que es esencial para el crecimiento del tumor y su propagación por el cuerpo.
Incluso representa un estándar para el tratamiento inicial de varios tumores malignos para las mujeres que han sido diagnosticadas con Cáncer de Mama metastásico HER2 negativo, mejora considerablemente la supervivencia libre de progresión y tiene un perfil de seguridad manejable.
