Se cree que los antidepresivos ayudan al actuar sobre las sustancias químicas del cerebro que ayudan a aliviar el dolor, como la serotonina.
Los investigadores analizaron 156 ensayos en los que participaron más de 25.000 personas y en los que se comparó el tratamiento con antidepresivos con el tratamiento con placebo para cualquier tipo de dolor.
Aunque la mayoría de los antidepresivos prescritos para el tratamiento del dolor son antidepresivos tricíclicos (la amitriptilina es el más utilizado para el dolor), las pruebas no eran claras sobre la eficacia de estos fármacos o sobre si ayudan a tratar la mayoría de las afecciones dolorosas.
En comparación, los antidepresivos conocidos como inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN).
En particular la duloxetina (Cymbalta), resultaron ser los más eficaces y útiles para el mayor número de dolencias, como el dolor de espalda, la artrosis de rodilla, el dolor postoperatorio, la fibromialgia y el dolor nervioso.
Si padece dolor crónico, hable con su médico sobre si un antidepresivo puede ser una opción adecuada y cuál puede ser el mejor para usted.